Por la vivienda, pan, agua, salud y trabajo

Los sacerdotes católicos que trabajan en las villas de la Ciudad de Buenos Aires leyeron en la basílica de Lujan una declaración con ocasión de la Navidad en la que alertan sobre el posible regreso a políticas de “erradicación”.

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Miembros del “Equipo de sacerdotes para las villas de la ciudad de Buenos Aires” –popularmente conocidos como “curas villeros”— utilizaron el púlpito del Santuario de Nuestra Señora de Luján ubicado en la ciudad bonaerense del mismo nombre, para leer durante la misa dominical una declaración titulada “La vivienda digna es tan importante como el pan, el agua, la salud y el trabajo”.

En el texto los sacerdotes católicos reclaman por “vivienda digna” con el argumento de que “en esta Navidad, en nuestras villas y barrios populares siguen faltando cloacas y verdadera integración socio urbana”. Vale recordar que este grupo de curas tuvo una activa participación en las políticas públicas de integración socio urbana impulsadas por el gobierno anterior y desmanteladas por la gestión que encabeza Javier Milei.

 
“Escandalosamente –dicen los sacerdotes—volvimos a escuchar la palabra ‘erradicación’ y ‘dinamitar’ las villas” lo que constituye “una instigación a la violencia absolutamente inadmisible”. Recuerdan además que “en esta Navidad, en muchas familias de nuestros barrios va a faltar pan, es decir, una mesa digna, juguetes y pan dulce”.

La declaración agrega que “en muchas calles y pasillos de nuestras villas falta agua potable y no potable, y las obras pluviales correspondientes”, sin dejar de advertir que “la atención de salud sigue siendo insuficiente en nuestros barrios” porque hay “centros de salud sin recursos necesarios” y “faltan medicamentos, psicólogos y demás servicios”.

El Equipo de Sacerdotes reúne a un número importante de curas católicos que acompañan a las familias en los barrios populares. Trabajan junto a otros católicos --laicas y laicos voluntarios-- y forman parte de redes de asistencia a la población más carenciada de la ciudad de Buenos Aires sumados a otras organizaciones que también están presentes en el territorio. Cuentan con el respaldo del arzobispo porteño Jorge García Cuerva.

Con sus declaraciones públicas los curas se transforman en voceros de las demandas de grupos y sectores silenciados o ignorados por el sistema corporativo de medios de comunicación.

En el mismo momento en que el gobierno instaló en la agenda pública el debate sobre la reforma de las leyes labores, los sacerdotes denuncian que “muchas familias no tienen trabajo digno” que “hay empleo precario y emprendimientos con poca expectativa de éxito”.

A pesar de este escenario –apuntan—“siempre sabemos que los primeros urbanizadores de nuestros barrios son los mismos vecinos, que transformaron basurales, lagunas y lugares abandonados y los convirtieron en barrios afianzados”. Porque, siguen diciendo los curas, “nuestros vecinos se ocupan de ‘multiplicar los panes’ entre las familias y los comedores” y “la misma solidaridad se pone en juego para instalar el agua, la luz, también para los problemas de salud y trabajo”. Así, subrayan, “se la rebuscan para conseguir el pan y lo necesario para los chicos”.

El documento finaliza diciendo a propósito de la próxima Navidad que “en nuestros barrios, en medio de la pobreza y las puertas que se cierran, Jesús sigue encontrando un lugar para nacer”.