
Las tasas de interés volvieron a subir en el mercado local en medio de la falta de liquidez en pesos y la creciente tensión cambiaria. De hecho, este miércoles, la tasa de caución a un día tocó un máximo de 45 por ciento nominal anual, mientras que el REPO interbancario alcanzó el 57 por ciento nominal anual, reflejando el encarecimiento del dinero en el circuito financiero y la dificultad creciente para conseguir fondos.
La presión se amplificó por la reticencia de los bancos a desprenderse de liquidez ante un escenario de elevada demanda de pesos y restricciones derivadas de los encajes. Operadores del sistema señalaron que la escasez de fondos responde a la estrategia del Banco Central de absorber circulante, en un intento por moderar las tensiones cambiarias y controlar la expansión monetaria. La menor liquidez disponible se traduce en un costo de fondeo cada vez más alto, que impacta sobre las tasas activas y encarece el crédito para el sector privado.
En paralelo, el Tesoro mantiene sus licitaciones de instrumentos en moneda local para absorber excedentes y postergar vencimientos, mientras el mercado observa con atención la evolución de los dólares financieros y las expectativas devaluatorias.
El aumento de las tasas refleja la búsqueda de cobertura ante un escenario de incertidumbre previa a las elecciones y de fuerte competencia por los pesos disponibles. En ese marco, la política oficial apunta a sostener la estabilidad cambiaria, aunque a costa de un financiamiento más caro y una menor liquidez general en el sistema. Incluso así, no está claro que el gobierno logre mantener a flote la situación.

