
El Gobierno nacional lanzó el “Plan de Gestión de Demanda” para incentivar que grandes usuarios -como shoppings u otros consumos industriales o comerciales de alta escala- reduzcan su consumo eléctrico en los momentos pico durante el verano. El objetivo: prevenir sobrecargas o colapsos en el sistema eléctrico.
Según advirtieron desde El Post Energético, si bien la secretaria de Energía, María Tettamanti, había hablado de un mecanismo que obligaba a las compañías a activar sus equipos de respaldo, el programa oficial sólo establece compensaciones por reducir la demanda. Las reducciones se podrán activar hasta 14 días por año, por no más de 5 horas por diarias, durante períodos críticos que van de diciembre a marzo y de junio a agosto.
La medida establecida por la Resolución 379/2025 abarca a usuarios con potencias registradas de 300 kW o más (GUMA, GUME, GUDI). De cumplir con la norma, serán compensados tanto por potencia como por energía. Dichos cargos se asignarán a los costos de reserva del sistema, lo que podría impactar en tarifas o en el nivel de subsidios.
El programa prevé pagos que pueden llegar hasta 1.000 dólares por megavatio (MW) al mes con el compromiso de reducción, y 2.000 adicionales si se convoca al usuario a reducir efectivamente. Las penalidades por incumplimientos llegan a los 3.000 dólares mensuales por MW.
En el esquema presupuestado por Cammesa, si lograra la disminución de consumo hasta 1.000 MW la potencia, el costo anual superaría los 50 millones de dólares: un incremento del Precio Estacional (PEST) de 0,34 dólares por MW/hora, equivalente al 0,6 por ciento para toda la demanda. Del lado de los usuarios, la baja de potencia supondría un crédito mensual del 20 por ciento de la factura.
Según menciona el especialista Horacio Mizrahi, el año pasado, un intento similar no tuvo éxito. Y advirtió: la demanda máxima alcanzada recientemente fue de 30.257 MW y se espera que en verano el consumo suba en al menos 500 MW.



