
En julio de 2025, el Índice de Salarios que elabora Indec creció 2,5 por ciento en promedio, mientras que la inflación fue 1,9 en el mes. Los salarios privados registrados crecieron levemente por encima de la inflación minorista, al marcar un ascenso de 2,2 por ciento respecto a junio. Los salarios del sector informal subieron 3,6 por ciento: un alza que corresponde a meses atrás, ya que esta estadística tiene rezago. Por su parte, los salarios de empleados públicos crecieron 2,3 por ciento en el mes.
La remuneración al trabajo asalariado registrado privado creció 2,2 por ciento, es decir por arriba de la inflación minorista en un escenario en que el Gobierno busca homologar paritarias en torno al 1 por ciento.
En comparación con un año atrás, los salarios privados crecieron 39,8 por ciento, mientras el IPC tuvo un alza nominal del 33,6 por ciento. Vale recordar que los datos del IPC de Indec podrían estar subestimando la inflación real, al confeccionarse sobre la base de una canasta con patrones de consumo desactualizados, donde los servicios tienen una ponderación menor.
Los guarismos del sector privado no registrado son mucho más abruptos, lo cual contrasta con la escasa movilidad que tuvo el Salario Mínimo Vital y Móvil, que apenas permite comprar la mitad de una canasta básica alimentaria. La suba del 3,6 por ciento mensual y 139,7 por ciento interanual responde a que computan ingresos de al menos cinco meses anteriores a julio de 2025, cuando la inflación también era más alta.



