
Vecinos de Arroyo Dulce se comunicaron con Otras Voces Bonaerenses para denunciar la deplorable situación que atraviesa la calle Belgrano. Salvo en el pequeño tramo donde se encuentra la cancha de pádel, el resto de la arteria se encuentra en condiciones totalmente intransitables, generando bronca, malestar y, sobre todo, un profundo sentimiento de abandono.
Las imágenes y testimonios que nos hicieron llegar los vecinos reflejan la falta de mantenimiento, de tosca y de obras básicas que permitan la normal circulación.
Cada lluvia convierte el camino en un lodazal imposible de cruzar, afectando a quienes deben salir a trabajar, estudiar o realizar trámites.
Lo más grave es que no se trata de un problema nuevo, sino de una situación que lleva años sin recibir la atención que merece. Mientras tanto, el municipio parece mirar hacia otro lado, como si los vecinos de Arroyo Dulce fueran ciudadanos de segunda categoría.
Resulta llamativo que justo frente a la cancha de pádel la calle se encuentre en condiciones, lo que deja en evidencia que cuando hay intereses de por medio, sí hay soluciones. Pero para el resto de los vecinos, solo queda la resignación y la espera eterna de promesas incumplidas.
Desde este medio volvemos a insistir: las obras viales no son un lujo, son una necesidad básica. El abandono de la calle Belgrano no es solo un problema de tránsito, es una muestra más de la desidia y la falta de gestión municipal.
Los vecinos de Arroyo Dulce merecen respeto, y ese respeto empieza por garantizarles calles dignas para vivir.









