Crónica de una jornada de espera, tensión, pero también de festejos
Los trabajadores se concentraron frente al Senado. Hubo un momento crítico cuando Gendarmería golpeó a gremialistas de la CATT.
SociedadAyer

Mientras sesionaba el Senado, en la plaza del Congreso los trabajadores de los organismos del Estado bajo amenaza de desguace mantuvieron una ruidosa protesta para exigir la derogación de los decretos de Milei y Sturzenegger. El INTI, el INTA, Vialidad Nacional, concentraron y festejaron cuando el Senado fue rechazando los decretos de Milei. Estaban junto los médicos y enfermeras del Hospital Garrahan y a la comunidad universitaria --que esperaban la sanción de fondos para su funcionamiento--, apoyados por sus gremios y otros sindicatos solidarios. “Senadores, voten por nosotros”, decía una de las pancartas que llevaron, que plantaron contra las vallas y que terminó haciéndose realidad, incluso con un momento de represión de la Gendarmería contra los trabajadores de los gremios que integran la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Enseguida se notaba que había trabajadores del interior del país. Del INTA habían llegado delegaciones de Salta, Jujuy, Trelew, Chubut; el Sindicato de trabajadores de Vialidad también movilizó desde varias provincias. A su vez, los trabajadores del Garrahan estuvieron acompañados por madres de sus pacientes, y también entre ellas había un buen porcentaje del interior.
El INTI y el INTA
Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) habían arrancado el día en la puerta del organismo, donde se sacaron una foto para activar las redes. Tienen en claro que esta pelea requiere del más amplio apoyo social. Sacada la foto, se dirigieron en caravana hasta el centro.
“Todos los afectados por los decretos, más el Garrahan y las universidades, acordamos venir a manifestar juntos para presionar por la derogación de los decretos de Sturzenegger y por los fondos para el funcionamiento del hospital y las universidades”, explicó frente al Congreso Julián Beviglia, mientras sostenía una bandera del INTI.
En el caso de este Instituto, la preocupación mayor es que el decreto de Milei y Sturzenegger pretende quitarle el manejo de los fondos que genera por sí mismo y que reinvierte en investigación, convirtiéndolos en una caja del ministerio de Economía. En este sentido, la demanda concreta era que el Senado derogara el decreto 462/2025, que afectó tanto al INTI como al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y al Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena.
Los trabajadores llevaron a la concentración volantes que repartieron a los automovilistas y personas que pasaban por el lugar. “El INTA está en cada alimento, en la fuerza de la economía regional y en el arraigo de las familias rurales. No es un gasto: es cuidar a nuestra tierra y a nuestra gente”, decía uno de los folletos. Al darlo vuelta, se refería a la importancia del INTI: “El INTI está en tu mesa, en tu trabajo y en tu vida diaria. No es un gasto: es lo que garantiza que comamos alimentos seguros, tengamos trabajo digno y una industria nacional que nos sostenga”.
Mariano Romero, titular del gremio APINTA, comunicó en la marcha una buena noticia: la justicia dictó una cautelar que frenó los efectos del decreto 462 sobre el INTA. La medida llegó tarde, porque en la semana el gobierno ya avanzó eliminando estructuras del organismo, pero con todo es útil porque la Casa Rosada aún no había implementado pases a disponibilidad del personal, que con esta cautelar quedaron impedidos. El INTI ya había conseguido, una cautelar similar.
Como se ve, la pelea que están dando los trabajadores es en múltiples frentes: el de la opinión pública, el judicial, el parlamentario. Pero también contra las fuerzas de seguridad, porque la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria cargaron contra los trabajadores de la CATT. No hubo detenidos y la represión no se expandió a todos los manifestantes que, con el avance de la sesión y el rechazo a los decretos la tensión dejó paso a la alegría del triunfo contra las maniobras de desguace del Gobierno.
El Garrahan y Vialidad
“Vamos a quedarnos hasta que el Senado convierta en ley la financiación para nuestro hospital”, aseguró Maximiliano Bares en la plaza, vestido de guardapolvo blanco. “Queremos que a Milei le llegue el mensaje: el Garrahan no se vende, toda la sociedad conoce el valor que tiene y lo está defendiendo. Que sepa que si sigue en este camino, probablemente termine como De la Rúa”.
El hospital se había movilizado fuerte, con todo: cientos de médicos, técnicos y enfermeras se hicieron ver. Para ponerle color a la protesta, una de las enfermeras fue con un disfraz naranja de dinosaurio, que se paseó frente al cordón policial del esperable operativo antiprotesta.
El despliegue de las fuerzas de seguridad fue el acostumbrado: la Policía Federal y la Gendarmería se apostaron sobre la calle para impedir el corte del tránsito: pero no produjeron incidentes, al menos hasta el cierre de esta nota.
Los gremios pegaron afiches y carteles contra las vallas. Los de Vialidad Nacional advertían: “Paren. Sin Vialidad, las rutas son una sentencia de muerte”.
Hugo, trabajador de Vialidad de Corrientes con 43 años de antigüedad, contó que en su provincia todas las obras están paradas y Vialidad sólo realiza tareas de mantenimiento, como el arreglo de baches y el corte del pasto al costado de las rutas. "Salvo eso no se hace prácticamente nada más. Es un peligro para el que viaja y también para nosotros, que como trabajadores tenemos miedo a quedar en la calle".
Otras pancartas hacían visible una diversidad de gremios y agrupaciones, como la Asociación de Trabajadores del Estado, UPCN, la Asociación de Actores, la CATT. Entre los partidos de la izquierda estaban el PO, el PTS e Izquierda Socialista.



