«MI PAPÁ NO ERA UN MONSTRUO»: EL DRAMÁTICO GIRO POR UNA FALSA DENUNCIA POR ABUSO EN DOLORES

Policiales24 de julio de 2025OtrasVocesOtrasVoces
FB_IMG_1753295849133

Un joven reconoció públicamente que acusó falsamente a su padre de abuso sexual, bajo la manipulación de su madre. El hombre estuvo preso tres años y fue absuelto más de una década después. El caso abre un debate profundo sobre las denuncias falsas y sus consecuencias devastadoras.

En un video estremecedor difundido a través de redes sociales, un joven de 20 años rompió el silencio y admitió una verdad tan dolorosa como inesperada: “Acusé falsamente a mi papá de abuso sexual. No porque fuera verdad, sino porque me lo impusieron. Fui manipulado por mi madre”.

 

La historia, que sacude por su crudeza, no solo expone un caso puntual, sino que destapa las consecuencias de una mentira sostenida durante casi diez años, capaz de destruir reputaciones, romper familias y arruinar vidas enteras.

Detrás de las lágrimas, la culpa y la valentía de confesar, se encuentra el dramático relato de un adolescente que creció creyendo que su padre era “un monstruo”. Así lo describe en su testimonio: “Me hicieron pensar que tenía que tenerle miedo. Me dijeron que golpeaba, que lastimaba, que era peligroso”.

El acusado, un reconocido obstetra, fue arrestado y pasó tres años tras las rejas. Perdió su trabajo, su nombre, su salud y su dignidad. Su vida quedó marcada por la sombra de una acusación aberrante, hasta que en septiembre de 2023, fue absuelto de forma unánime en el juicio oral. El fiscal, incluso, se negó a formular una acusación formal por falta de pruebas.

 

Pero la causa no cerró ahí. La mujer que lo denunció, madre de los hijos involucrados, apeló el fallo. La herida sigue abierta en los tribunales, aunque para muchos, la verdad ya fue dicha.

“Hace dos meses empecé a ver con claridad. Lo que yo creía era mentira”, expresó el joven, quebrado. “Yo no fui abusado. No fui una víctima de mi padre. Fui una víctima de un entorno que me enseñó a repetir, dibujar, qué decir y qué no en las audiencias”.

La historia, que parece salida de una novela judicial, tiene nombre y fechas concretas. El 2 de octubre de 2012, la Justicia le quitó la tenencia a la madre por irregularidades, y otorgó el resguardo de los tres menores al padre. Días después, llegó la denuncia de abuso. El giro fue tan brusco como sospechoso.

La confesión de Tomás no busca negar la existencia de los abusos reales, sino llamar la atención sobre un fenómeno que, aunque minoritario, deja secuelas profundas: las falsas denuncias. “Las falsas denuncias también son una forma de abuso. Roban años, siembran desconfianza en quienes realmente necesitan ser escuchados”, sostuvo.

FUENTE:casospoliciales.net/