
Fumigar a 100 metros es un Crimen Social, un verdadero acto de cobardía política del Intendente Javier Martínez, claudicando ante quienes lucran por pulverizar; el municipio elige veneno por sobre la salud de los pergaminenses.
El Municipio de Pergamino acaba de dar un paso tan brutal como vergonzoso: pedirle a la Justicia que habilite fumigaciones con agrotóxitos. Lo hace a pesar de que desde hace años existen pruebas médicas, científicas y judiciales que demuestran que estas fumigaciones enferman, contaminan y matan.
Enferman nuestro medioambiente, nuestro suelo y agua.
No es exageración, es la realidad comprobada por peritos del INTA, genetistas de la Universidad Nacional de Río Cuarto y fallos judiciales que establecieron distancias de protección de 1095 metros por tierra y 3.000 metros por aire.
Esa medida salvó vidas, mejoró la calidad del agua y disminuyó la exposición de niños y niñas a sustancias cancerígenas.
Pero el intendente ahora, prefiere arrastrarse ante los intereses del agronegocio antes que cuidar a la comunidad que lo eligió para protegerla.
La mentira del intendente con su “Municipio Verde” queda al descubierto cuando pretende reducir la protección sanitaria a una ridícula franja de 100 metros. Dicen que “no hay informes técnicos concluyentes”, mientras ignoran estudios genéticos, análisis del agua y peritajes judiciales que demostraron daño real y sistemático.
¿Cuánto más quieren ocultar? ¿Cuántas veces van a desobedecer la Justicia? ¿Dónde queda el respeto al principio precautorio y a los derechos humanos?
Esta solicitud no es sólo una decisión administrativa, es un ataque directo a la salud pública. Es una muestra de cobardía política y una rendición ambiciosa ante quienes lucran con pulverizar veneno sobre nuestros cuerpos, eligiendo el negocio por encima del derecho a la vida.
No lo olvidemos, fue la Justicia quién ordenó las distancias actuales, basándose en peritajes oficiales, testimonios de médicos y análisis de laboratorios que detectaron agroquímicos en el agua, la sangre y la orina. Pretender ignorar eso, no solo es un retroceso, es un crimen social.
Desde Libres del Sur exigimos:
“¡Ni un Metro menos! Defendamos los 1.095 metros. Organicémonos por un modelo de producción sin venenos .”
Porque lo que está en juego no es solo una distancia: es el Derecho a respirar aire puro, beber agua limpia y vivir sin miedo.
No nos vamos a quedar callados .
Convocamos a vecinos, organizaciones intermedias, partidos políticos, docentes, estudiantes, científicos y profesionales de la salud a rechazar públicamente esta solicitud y defender lo conquistado.
¡Ni un Metro menos!
Yanina Cárdenas
Secretaría de Medio Ambiente.
Enrique Schierloh
Secretario General Libres del Sur.









