TERROR EN MONTE GRANDE: JUBILADA SE RESISTIÓ A LOS GRITOS DE UN VIOLENTO ASALTO MIENTRAS LE PEGABAN

Una tarde que parecía tranquila se convirtió en una pesadilla para una vecina de Monte Grande, cuando una pareja de delincuentes la engañó para ingresar a su casa. La reacción de la víctima, sus gritos desesperados y el ladrido feroz de sus mascotas terminaron frustrando el intento de robo.

El hecho, que duró apenas tres minutos pero dejó secuelas de horas, fue protagonizado por una pareja de delincuentes que logró ingresar al hogar, ubicado a dos cuadras del municipio y a tres de la comisaría Primera, tras engañar a la dueña con el clásico «cuento del tío». 

Eran pasadas las 14.25 cuando una mujer, vestida con un llamativo vestido azul y blanco, se presentó en la puerta de la vivienda. Con el pelo recogido y una cartera colgada del hombro, tocó el timbre y, con una voz afable, logró que la jubilada le abriera. «Estoy embarazada», dijo con tono suplicante, en una escena que poco tenía de inocente.

En segundos, la mentira se transformó en agresión. La mujer empujó a la vecina hacia el interior y comenzó un violento forcejeo para arrebatarle las llaves. «Soltala, dame la llave», repetía mientras intentaba dominarla y pedía ayuda a gritos. A los pocos instantes, su cómplice, un hombre aún no identificado, logró entrar a la vivienda. A punta de golpes, redujo a la víctima y exigió dinero. 
 
Pero los planes no salieron como esperaban. La vecina, pese a la violencia sufrida, no dejó de gritar «¡socorro!» con todas sus fuerzas, mientras sus dos perras ladraban sin parar, alertando a todo el vecindario. La presión fue demasiada: tras golpearla en el rostro e intentar arrastrarla a otro ambiente de la casa, los atacantes optaron por huir con las manos vacías, sin concretar el robo.

El hijo de la víctima, todavía conmocionado, relató al día siguiente: “No sabemos cómo lograron que les abriera. Le hicieron el cuento del tío y la tomaron por sorpresa”. La mujer, aunque físicamente golpeada, se encuentra fuera de peligro. Sin embargo, el trauma emocional es profundo.

La investigación quedó a cargo de la policía bonaerense, que ya analiza las cámaras de seguridad de la zona. Vecinos aseguraron que no es la primera vez que ocurren hechos de este tipo en las cercanías del centro municipal, pese a la proximidad con la comisaría.

FUENTE:casospoliciales.net/