«VECINOS ARMADOS»: HABITANTES DE ARANA EN LA PLATA SE HARTARON DE LA INSEGURIDAD
PolicialesEl martes

En la tranquilidad que alguna vez definió a este rincón del sur platense, hoy se respira tensión. En la zona de la calle 137 entre 90 y 637, los vecinos decidieron levantar la voz, y lo hicieron sin intermediarios: con carteles caseros, lapidarios, pegados a postes, frentes y garitas. El blanco: los delincuentes y, con igual énfasis, los funcionarios responsables de la seguridad.
“Bienvenidos a Arana: muchos delincuentes y pocos policías, vecinos armados”, reza uno de los mensajes más llamativos. No es un slogan de campaña, sino una advertencia escrita con bronca y urgencia. La inseguridad, aseguran los vecinos, dejó de ser una preocupación abstracta y se convirtió en una amenaza diaria. Entraderas, robos a mano armada, asaltos en la vía pública: el repertorio del delito se repite con variaciones mínimas, pero siempre con la misma consecuencia. Miedo.
El barrio estalló. No en protestas formales ni en reuniones institucionales, sino en una campaña espontánea de mensajes que hablan por sí solos. “Sr. Chorro: pase tranquilo por la garita de calle 90, no sirve para nada”, ironiza otro cartel, dirigido con amarga claridad al desprecio que sienten por la estructura policial ausente. Más allá, otro proclama: “El gobierno es cómplice de la inseguridad. Exigimos respuestas y seguridad ya”.
Las voces, anónimas pero unánimes, señalan una sensación compartida: la de estar solos. “Vivimos con miedo, y los gobernantes no hacen nada”, se lee en otro cartel que colgó del portón de una casa que ya fue robada dos veces en tres meses. No hubo detenidos, ni patrullaje reforzado. Solo una denuncia más en una lista cada vez más extensa.
Frente a esta realidad, la autodefensa empieza a tomar forma no solo en palabras, sino en decisiones. “Vecinos armados” no parece un simple recurso retórico. La creciente desconfianza hacia el sistema judicial y policial empuja a muchos a pensar que, si no se protegen entre ellos, nadie lo hará.

