TERRIBLE ESCENA EN VILLA CRESPO: UNA MAMÁ QUE ASESINÓ A TODA SU FAMILIA Y SE SUICIDÓ
Policiales23 de mayo de 2025

La escena que aguardaba tras la puerta blindada del departamento 6A de la calle Aguirre al 200 no tenía testigos ni sobrevivientes, pero sí hablaba por sí sola: cuatro cuerpos, una carta escrita con letra temblorosa y un cuchillo ensangrentado como único testigo de la tragedia. La principal hipótesis, que ya conmociona a toda la ciudad, es escalofriante: una madre asesinó a su esposo y a sus dos hijos adolescentes antes de quitarse la vida.
La primera en entrar al horror fue la empleada doméstica, como cada miércoles, poco después de las 13:30. Pero esta vez no fue recibida por la rutina del hogar. A metros de la entrada, encontró a uno de los chicos desplomado en el suelo, rodeado de sangre. Llamó a la policía. Lo que siguió fue un operativo policial, un despliegue forense y el estremecedor descubrimiento de los otros tres cuerpos, distribuidos en distintos ambientes de la vivienda.
Las puertas del departamento estaban intactas. No había signos de violencia externa. Ningún objeto robado. Ningún mueble fuera de lugar. La tragedia, concluyeron los investigadores, ocurrió puertas adentro y entre miembros de la misma familia.
Según los datos preliminares, el crimen habría ocurrido en la madrugada del miércoles. El padre fue hallado en la cama con múltiples heridas de arma blanca. Uno de los hijos yacía en su habitación. El otro, según las sospechas, intentó escapar y fue alcanzado cerca de la entrada. Ambos adolescentes presentaban lesiones en la espalda y signos de defensa.
La madre, en cambio, fue encontrada en el baño. Su cuerpo tenía una única herida mortal en el corazón. No había señales de lucha en su cuerpo. La rigidez cadavérica era menor que en los otros casos: murió última.
En la cocina, una nota escrita a mano intentaba explicar lo inexplicable. Las pericias caligráficas y psicológicas señalan que el texto fue redactado por alguien en medio de un brote. Era breve, caótico, y sin destinatario claro.
Fuentes cercanas confirmaron que la mujer estaba bajo tratamiento psiquiátrico. Su hermana declaró que había abandonado la medicación. La empleada doméstica también notó cambios en su conducta: “Estaba rara, molesta, me pedía que me fuera antes”, dijo.
Todo indica que el ataque fue metódico, silencioso. El cuchillo, hallado junto al cuerpo del padre, habría sido el arma única. No hay registros de ingresos o egresos ajenos. No hubo gritos. Solo el macabro hallazgo horas después.
El fiscal César Troncoso, a cargo de la causa, ordenó que intervenga la Unidad Criminalística Móvil. El rompecabezas se armó con rapidez pero sin alivio. La escena no dejaba lugar a dudas: no fue un robo, ni un ajuste de cuentas. Fue un acto de desesperación y oscuridad dentro del núcleo más íntimo de una familia.
FUENTE:casospoliciales.net/

