Femicidio en Avellaneda: cuando las fuerzas de seguridad son el peligro

El crimen en Villa Domínico volvió a poner en la mira los crímenes cometidos por integrantes de las fuerzas de seguridad.

Genero y Sexualidad26 de marzo de 2025OtrasVocesOtrasVoces
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En la madrugada de este lunes, un femicidio conmocionó a la localidad bonaerense de Villa Domínico, en el partido de Avellaneda. El agresor, identificado como Jairo Kevin Emanuel Choque, pertenecía a la División de Servicios Motorizados de la Policía Federal.

En el caso interviene la fiscal Laura Carballal, de la Unidad Fiscal N°2 de Avellaneda. Cuando los especialistas ingresaron al domicilio, encontraron el cuerpo de la mujer y también del policía, quien se estima que se quitó la vida luego de asesinarla.

En el lugar también estaba presente una nena de 6 años, hija de ambos, quien fue rápidamente asistida y quedó a resguardo de una vecina. Según indicaron fuentes oficiales, no presentaba lesiones.

En cuanto a las infancias, es habitual que queden en el centro de la violencia de género. Según datos de Mumalá, durante 2024 222 niñes perdieron a sus madres asesinadas en femicidios. En muchos casos, además, el padre es el agresor.

 
Los femicidios en cifras
Este femicidio no es el primer crimen del mes de marzo. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, asesinaron a puñaladas a una mujer de 34 años en su departamento de Burzaco y por el crimen detuvieron a un vecino de la víctima.

Dos días antes, Marcela Sosa de 35 años, fue hallada sin vida a metros de la colectora de Acceso Oeste, en Moreno. En la misma semana, en Vicuña Mackenna, Córdoba, una mujer de 61 años murió luego de recibir el disparo de una escopeta por parte de su expareja.

Según el observatorio de Mumalá, en los primeros dos meses del año se cometieron 48 femicidios. De igual manera, se cometieron 182 intentos de este tipo de crímenes.

 
Policías femicidas
Un dato no menor es que a la mujer de Avellaneda la mató un policía. Al respecto, dentro de los 255 femicidios que se cometieron durante 2024, el 5% fue cometido por integrantes de la fuerza de seguridad.

Un día después de este crimen, Verónica Mariela Magallanes murió quemada en la provincia de Mendoza luego de que su ex pareja haya prendido fuego su vivienda.

El acusado, Rolando Celedon, es un ex policía y fue detenido en el lugar, aunque permanece internado ya que resultó herido al incendiar la vivienda. Además de la mujer, el hijo de ambos también está en grave estado.

En su estudio “Violencia Policial”, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) indicó que el encubrimiento policial entre compañeros es uno de los principales factores que perpetúan la violencia. Además, advierte que casi todas las víctimas de femicidios en manos de policías –no fue así el caso de Villa Domínico-, fueron asesinadas con el arma reglamentaria.

 
¿Por qué se quitan la vida los agresores?
Desde el observatorio de Mumalá, además, alertaron que durante el año pasado del total de femicidios que se cometieron 7 terminaron con el femicida quitándose la vida. En la misma línea, durante el último mes otro femicida término con su vida luego de matar a su ex pareja.

En la misma línea, la socióloga María Alejandra Otamendi habló del tema con el medio La Vaca. “Como el sentido de la vida del agresor estaba dado por la dominación traumática de la mujer, al matarla desaparece el centro de su vida. De allí que estos suicidios machistas sean también abordados como resultado de la relación de dominación de dependencia entre el agresor y la víctima”, explicó.

 “Muchos de los victimarios tienen una relación narcisista con las mujeres: ellas son un objeto para ellos. Cuando las mujeres los abandonan, el dolor es insoportable porque eran una parte de ellos. No es el dolor por un amor sino por un objeto perdido”, afirmó la psicóloga Débora Tajer, en dialogo con el medio Página 12.

Enrique Stola, psiquiatra y experto en temas de género, lo relacionó con “la pérdida del objeto de dominación”. En este sentido, asegura que “no creo que se trate de una situación de culpabilidad. Los femicidas en general producen daño a su pareja durante mucho tiempo antes de asesinarla, con golpes o violencia psicológica, y no buscan una reparación después de matarlas. No creo que tenga que ver con el castigo ni culpa”.