Cae el uso del transporte público

Como sucede con otros servicios básicos, el fuerte incremento acumulado aumenta sensiblemente su participación en el ingreso familiar

Economia29 de octubre de 2025OtrasVocesOtrasVoces
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El transporte público no escapa al fuerte incremento de los servicios esenciales: desde que Javier Milei asumió la presidencia, los boletos de subte y tren aumentaron en términos reales hasta cuatro veces más que los precios, mientras que el del colectivo casi se duplicó. Estos ajustes, muy por encima de la evolución de los ingresos, explican la caída sostenida en el uso del transporte público, tanto frente al año pasado como en comparación con 2023. La expansión de las aplicaciones de movilidad urbana —que redujeron sus tarifas relativas— también contribuye a esa merma en la demanda.

La crisis de ingresos que atraviesa buena parte de la población tiene su epicentro en el encarecimiento de los servicios básicos. El aumento de las tarifas supera ampliamente no sólo la inflación general, sino también la recuperación salarial. Según cálculos del Instituto Argentina Grande (IAG), el pasaje de subte se encareció en términos reales un 300 por ciento desde el cambio de gestión, el del tren un 284 por ciento y el del colectivo 150 por ciento. En otras palabras, las tarifas de subtes y trenes se cuadruplicaron en menos de dos años, mientras que las de colectivos prácticamente se duplicaron.

El costo del transporte público ocupa hoy una proporción mucho mayor del ingreso de las personas, y su uso se redujo frente a 2023 y 2024. Según los cálculos del IAG, el peso del transporte público sobre el bolsillo de lo trabajadores –medido a partir de 40 viajes en subte, es decir 2 por día- representa hoy día el 3 por ciento del salario de un trabajador privado registrado. Mientras que enero de 2023 representaba el 1 por ciento.

Esta situación, en un contexto donde los demás precios de bienes y servicios también se incrementa a un ritmo mayor que los salarios, conllevó una caída en el uso del transporte público. Si se compara agosto de 2025 versus agosto de 2024, la caída en la demanda de viajes por subte fue de 6,8 por ciento; en el caso de los viajes en tren fue de 1,9 por ciento y en el de los viajes en colectivo disminuyó 3,4 por ciento, según los cálculos del IAG. La menor demanda en el transporte público es aún más notoria si se compara contra agosto de 2023: en el caso del subte llega a 12,1 por ciento; mientras los trenes anotan una caída del 13,4 por ciento y el uso de colectivos cayó 17,7 por ciento.

 
Completando esta información con el seguimiento que realiza el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP-UBA: en lo que va de gestión Javier Milei, el servicio de agua se incrementó 376 por ciento, la energía eléctrica 228 por ciento, el gas natural 913 por ciento y el transporte 852 por ciento. Y la mayoría de esos incrementos se produjeron durante el primer año de gestión de Milei, ya que en 2025 la canasta de servicios se desaceleró fruto de los esfuerzos que hace el Gobierno para contener el alza del índice de inflación.

 

Otra de las razones detrás de la caída en el uso del transporte público es el crecimiento de las aplicaciones de movilidad urbana, impulsado por la pérdida de empleo formal. Plataformas como Uber, Cabify o Didi se consolidaron durante la crisis como una actividad refugio para quienes quedaron fuera del mercado laboral o buscan complementar ingresos. Cualquier persona con acceso a un vehículo puede incorporarse rápidamente y generar una fuente transitoria de trabajo, tal como advierte el último Informe de Coyuntura Laboral del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la UNSAM.